Apuntes sobre Bádminton de Luis Eduardo García
Darwin Bedoya
1.
En el momento del saque debemos
hacer lo posible por dificultar la devolución del volante: Aunque no siempre sea fácil escribir poesía: comprar un boleto para viajar a
Birmingham. Perderse en los camerinos del All England. Recopilar autógrafos y
fotos con algunas leyendas del bádminton cuyos nombres están anotados en una
libreta: Morten Frost, Rudy Hartono, Erland Kops; quizá tomarse una foto
especial con Viktor Axelsen o con Lin Dan. Finalmente, escoger solo uno o dos
debido al escaso tiempo y al presupuesto, (una foto posando al lado de Judy
Hashman sería un sueño cumplido). Espacio/tiempo: la poesía tiene la precisión
y la velocidad del bádminton.
2.
En el momento del saque debemos
intentar colocar el volante lo más lejos posible del oponente: La poesía se construye a partir de momentos en que ves la vida de una
forma en particular. No hay manera más seria de tratar cuestiones serias que
a través del humor. En el bádminton, lo singular exige algo así como una transitoria
anestesia del corazón, para dirigirse a la inteligencia pura y ver qué cosas pueden
ocurrir con la poesía, o cómo podemos entusiasmar al lector con ella.
3.
En el momento del saque debemos
buscar las esquinas del cuadro de saque: Escribir poemas es
tener pocas certezas.
La risa puede ser un arma de resistencia, pero también de opresión. Por eso, el
volante para el juego de bádminton que posee 16 impecables plumas, ya no debería
construirse del plumaje del ala izquierda de gansos blancos. Hay que fabricar minas con el lenguaje. Golpear,
en este saque, con la cabeza de la raqueta por encima de la cintura hasta que
no queden palabras sueltas. En las páginas de Bádminton se escribe para buscar una música única entre la palabra
y la disonancia, es decir, para buscar la nada sensorial. En Bádminton cada poema refleja un guiño de
aparente seriedad: es la aparente voz de un ironista que derrocha un caudal
sarcástico muy efectivo/imaginativo.
4.
En el momento del saque debemos
forzar al rival a que responda con su peor golpe: La desacralización consiste en
ubicar al poeta en el plano de la realidad, de lo humano, despojarlo de su
idílica voz y verlo como un ser normal. Hay en Bádminton un poeta sentado a su PC, a veces inmutable como un
cristal invisible, normalmente lúcido, a veces semejando ser un androide, y
muchas veces soñándose sosegado en una gradería de una final de la BWF donde
juegan por Japón, Kenta Nishimoto y por Dinamarca, Anders Antonsen. Al fondo, con luces de neón, hay un banner con
escenas de humor y aparente auto-escarnio. El juego de la lectura se define en
la cámara del dron que filma el encuentro.
5.
En el momento del saque debemos
lanzar el volante contra el cuerpo del oponente para que no le dé tiempo a
colocarse y responder con un buen golpe: La ambigüedad sobre la personalidad de la voz
lírica es la creadora del humor, sobre todo por esa carga sensoria que le
otorga a un hecho que puede parecer tan simple como la velocidad que alcanza un
volante en el juego de bádminton: la asombrosa velocidad de hasta 320km/h. Y
porque eso implica que en Bádminton
la poesía no está en las palabras sino en esa velocidad que alcanza el volante.
Bádminton es un trozo de hilo
personal que se une con los asuntos temporales para siempre.
6.
En el momento del saque debemos engañar al contrario haciéndole creer que vamos a ejecutar un tipo de
golpe y, en el último instante, hacer otro: El bádminton se parece / a la música / pero no es música. Hay
3.88m2 de una posibilidad de canto. El bádminton podría ser un largo poema con
citas bíblicas o citas de William Carlos Williams. El bádminton es considerado
un deporte poco peligroso. Precisamente por eso se puede jugar en un jardín japonés
o en la biblioteca mientras se está leyendo haykus. Pero, eso sí, se deben
emplear lentes oscuros para no ver cómo pasan los volantes frotando tus ojos.
7.
En el momento del saque debemos
obligar al contrario a correr hacia las bandas para buscar en sus propios
movimientos sus zonas vulnerables: Para comprender la sabiduría de Bádminton debemos colocar la cabeza de la raqueta, con el cordaje,
perpendicular al suelo, será una posición equilibrada con el tronco ligeramente
inclinado hacia delante, las rodillas flexionadas, los pies separados más o
menos a la anchura de los hombros y el libro correctamente cogido y hacia
arriba, no muy lejos de los ojos.
8.
En el momento del saque debemos
anular las predicciones del rival sobre nuestro próximo movimiento, y, obligarlo
a que pueda anunciar sus desplazamientos milimétricamente: La escritura de la poesía parte
de quien mejor la conoce. La distancia que separa al teórico del auténtico
poeta, pese a que ambos comparten el mismo objeto de trabajo, es grande, pero
necesariamente vinculada entre sí. Bádminton
es un instante pleno de poesía, extrañamente detenido, como un volante después
del partido. En el bádminton, el smash
es un golpe significativo para acabar las jugadas; en la poesía de Bádminton eso podría compararse a la
vitalidad del lenguaje con que está escrito este libro. Tácticas de saque. Tácticas de lectura. El
bádminton es un juego de habilidades; en Bádminton
el lector no puede jugar a otra cosa.
Espinar, Cusco, abril de 2018
Espinar, Cusco, abril de 2018
El bádminton se parece
a la música
pero no es música.
Se parece a los caballos
pero no es un caballo.
A veces, en sus rectángulos
cae algo parecido
a la lluvia
pero
por supuesto
no es lluvia.
(Pág. 3)
Antes el bádminton era un lugar para el canto.
Pero ya casi nadie canta
en el bádminton.
Qué triste se ha vuelto
dicen unos
y otros
no.
(Pág. 4)
Yo no quiero
cantar en el bádminton
quiero
quemar hormigas
con una lupa
y hacer un cementerio
miniatura.
(Pág. 32)
El bádminton no debe ensuciarse
con la grasa del dinero. No debe
tocar nunca
sus dulces
de neón.
Lo deseamos puro
liso
y pobre. Lo deseamos
en los huesos.
(Pág. 64)