martes, 26 de agosto de 2008

Walter Paz *



Una araña hila

nuestra existencia.

Desovilla mañanas

enmadeja tardes,

inventa pañales y mortajas

raya sobre la geología

un poema.

Walter Paz





Escribe: Walter L. Bedregal Paz



Walter Paz Quispe Santos

(Acora, 1968)





Docente de Lengua y Literatura. Primer Lugar en el I Concurso Regional de Poesía “Premio Ciudad de Huancané”, otorgado por la Municipalidad de Huancané en el año 1993. Premio Regional de Poesía Cesar Vallejo en el III Concurso Regional de Poesía, organizado por la ADLA – Elegía, 1994. Ganador de los III Juegos Florales en el género de Poesía en la UNA – Puno, 1995. Ganador del Premio Nacional de Poesía Capital de la Integración Andina – Juliaca – 1995; organizado por la ANEA – San Román. Primer Lugar en los III Juegos Florales de las UNA – Puno, 1995. Primera Mención Honrosa en el Concurso Nacional HORACIO, en el género de poesía, 1999. Dirigió con relativo éxito la revista Cultural Prescott, colaborador en diferentes revistas y diarios que circulan en la región.



Estudió Ciencias del Lenguaje y Linguistica Aplicada en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, España.



Quispe Santos, hasta ahora desde Obituario del Búho (Lago sagrado, 2007), no agregó a su obra nada nuevo en los temas ni en la forma; pero sí fue perfeccionándose en la honda pureza de su concepción de la vida y adquiriendo definitiva sencillez de estilo; hay en sus Bablús (*) muchas de sus notas más sinceras y más claras. Tampoco hay variación en los paisajes y suspiros melancólicos. Exteriormente, sí, cambian los temas: los versos con paisajes no son puneños, sino extranjeros, y tiene notas nuevas de realismo, agregaré que, a través de sus libros inéditos. Walter Paz, manifiesta ser fiel a la línea directriz de su poesía.



Los años afirman en él la sinceridad: La clave de la melancolía, una serenidad romántica. Dice indirectamente que desea acallar el lamento pero no las preguntas, su interminable alegría después de la tristeza, la transforma en sus Bablús, que descubrimos con firmeza cada día, a la vez que se aleja más del mundo de las apariencias y se concentra en su sueño de Romeo alucinado, enamorado siempre.



De cómo el Búho sugirió esta idea a este poeta, la historia puede contarnos arcaicas reliquias artísticas, la más antigua poesía escrita y, más elocuente aún, la mitología, conservadora de la primitiva actividad espiritual de los pueblos hablaban del Búho, como el mejor dotado entre todos las aves del paraíso, como los símbolos de la primavera, el Adonis, el Perséfona, a la vez símbolos juveniles y afines a la familia trágica de los mitos solares, como los otros, los mitos florales Jacinto y Narciso, y exquisitamente patéticos como el Hilas.



Pero Walter Paz, cuenta entre los poetas centrales, entre los de personalidad fuerte e intensa en la literatura puneña, debe estimársele en más de lo que hoy es uso; porque en su poesía se oyen sonar notas de las más delicadas notas que forman una armonía de tono amical y amoroso, vagamente extraña, original y exquisita, cuando en los arpegios que suenan el ser amado siente ilusión ataviada de cálidos colores, con un rojo llameante, sensual.



El nos dice:

“…que la literatura es un acontecimiento rico y complejo, de intensa vitalidad. Hoy que existen excelentes condiciones para lanzarse sobre ella con una mirada profunda en todas las direcciones de la brújula del tiempo. Me permito con vuestra supuesta anuencia transcribir un poema mío, acaso tengo derecho a usar un espacio para asunto tan íntimo y personal. Sin embargo, debo decir, que no sé qué es poesía. Tal vez la paradoja más grande que padecemos los poetas, sea que no entendamos qué es la poesía pero que inevitablemente escribamos poesía. Los críticos saben qué es la poesía.

Este poema, hecho como el amor en cama, lo dedico a la persona en cuyos labios la palabra amor aún sigue siendo limpia. En fin, a rose is a rose is a rose is a rose…”.







Bablú uno





La nostalgia nace a cada instante. Gime la alondra al parirla. Es una salamandra que recorre las cuerdas del violín para proferirla, arrastrarla con su arco de frío sin piedad y descorazonarla.

Es una abeja que vuela mil noventa y nueve veces para crear una rosa. Su destino es vagar sobre la hiel de una hoja marchita.

Descansa en el granizo de las nieves perpetuas. Agita sus alas y retorna a su infancia glacial.

La nostalgia siempre muere de amor.

En

las

ramas

de

tu

delgada cintura

se

agita

Apolo

huyendo del sueño celeste.

En

los

brazos

de

tu

vientre triste

se mece

el aire de tu voz

que

abre

la

leyenda

de

la

juguetona carcajada del silencio.







UNA ARAÑA

A Julio Chiroque.

“Claro está que murió

como deben morir los poetas

maldiciendo, blasfemando

mentando madres…”

Efraín Huerta



Una araña hila

nuestra existencia.

Desovilla mañanas,

enmadeja tardes,

inventa pañales y mortajas,

raya sobre la geología

un poema.

Una araña hace y deshace

sus planos

con una línea afilada

hasta levantar

un edificio

de historias.

Una araña teje caminos,

teje nuestra tristeza

en un rostro prohibido.

Construye día sobre día jardines

sobre una herida.

Una araña teje una trampa

para atrapar

la inmortalidad.





PARA UN BABLÚ QUE ACABA DE NACER



A: Marlene Paz



Hay una mañana pequeña inventada

no sé en que noche tenue

y no sé en que celebración y en que sueño

donde una bablú blande y se levanta

agita su música silenciosa

y crece.





Una mirada diminuta sostiene las horas

mueve las manos e inventa otro día

y en el día los minutos se llenan de fiesta

y la fiesta se enreda en un giraflor.

Se encienden las ventanas de sus ojos

y su deshabitada memoria almacena

pequeñas estaciones inaugurales

acaso frescas historias escritas en el aire

con pulso mudo de cascadas de agua dulce.

Son las leyendas humildes de canciones

de asustados grillos

mil veces pintados por niños sin recreo.

Y no sabe nunca quien llegó a los patios lejanos

de la infancia el vigilante girasol

ni de donde proviene ese nuevo himno

que susurra el tiempo en las esquinas de la vida.

Digo bablú

y un solitario caracol traza su sonrisa

que se mece en la mirada de la alondra

con nerviosas pinceladas sobre un tejido aimara.

Y si bablú sabe tirar frutas al cielo y sonreir

hay que pensar en los parques infantiles

en los colores del arco iris y una ada madrina

en el calor de los fogones y el cuento verdadero

en la lluvia feliz y el juguete cándido

en las rondas redondas y rondinelas

y sobre todo

en un nombre.







______________________



En la fotografía Walter Paz junto al poeta Alejandro Romualdo, (Quinua - Ayacucho, 1996).

(*) Arquetipos que usa el poeta en el poemario
Obituario del Búho.

(**)
Parte de este texto está inmerso en el libro Aquí no falta nadie, antología de poesía puneña de Walter L. Bedregal Paz. Grupo Editorial "Hijos de la lluvia" & LagOculto Editores. 2008.

1 comentario:

  1. DENUNCIO POR PLAGIO a Walter Bedregal Paz (https://www.blogger.com/profile/08037140532468505913) por publicar el ensayo de mi autoría, ¿QUÉ ES LA LITERATURA FRACTAL?, firmado con su nombre: http://literaturajovendepuno.blogspot.mx/2008/08/qu-es-la-literatura-fractal.html

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