jueves, 12 de abril de 2018

K u r d i s t á n: Un territorio de pruebas del lenguaje


K u r d i s t á n:
Un territorio de pruebas del lenguaje


El lenguaje no nos bendice con la ternura.

Todo lo que abraza, lo abraza con exactitud y sin piedad.



John Berger






darwin bedoya


Rodinás sabe que la poesía es un gesto que se coloca entre la tierra y el cielo, quizá por eso en este libro haya un universo lingüístico nuevo, un lenguaje despiadado, un cosmos ideado desde laberintos remotos. Cada página es un lugar donde acontece una alegoría de experimentación verbal, una sucesión de cromos de ciencia ficción. En Kurdistán (Grupo Editorial Hijos de la lluvia, 2017) se hallan geografías imposibles y lugares que no. Hay paradojas, desplazamientos semánticos, canciones imantadas que uno intenta reconocer, rapsodias orientales que retratan una música que nunca. Hay lógica delirante en cada poema, hay lirismo metálico y espejismos invisibles, paranoias retrofuturas, juguetes cartográficos, reproducciones cinemáticas, allegros, adagios… Juan José Rodinás (Ecuador, 1979) ha escrito este libro como una de las más ambiciosas, complejas (y también caóticas y originales) aproximaciones al mundo actual desde la poesía totalizadora. 

 




El lenguaje no tiene la costumbre de bendecirnos con su ternura, el lenguaje nos evidencia, nos reúne, nos define y nos anuncia el comienzo o el fin. La poesía es la fundación de la palabra. En Kurdistán, Rodinás busca ciertas brújulas entre las tuercas y los cerrojos del universo lingüístico, aún sabiendo que en la borrasca de los páramos las brújulas se desorientan, en la borrasca de los páramos las brújulas no existen: comienza el lenguaje… Se da la materialidad del lenguaje. Y es que a veces ocurre como en el cine que no hace sino poner en primer término la naturaleza espectral de toda imagen, lo que hace el autor en este poemario es una vuelta de tuerca más en su apuesta personal, incluso teniendo en cuenta que sigue siendo irreverente y trangresor como en sus libros precedentes. Aquí hay cápsulas de dolor, mundos poshumanos, espejos donde la vida transcurre por realidades inteligentes. Hay recovecos donde el presente es un desierto con flores de alambre. Hay retornos y viajes mentales hacia pasados y futuros. Hay, en ciertos momentos, tomas de conciencia de la pérdida que subyace en la existencia. El verso de Rodinás.



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Posando junto al editor del grupo Editorial "Hijos de la lluvia" el narrador Walter L. Bedregal Paz a su llegada a la ciudad de Juliaca - Perú.

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